Una oportunidad para vecinales.

Internos de la cárcel de Coronda fabricaron 200 cestos en altura

En el marco de un taller de herrería, 50 personas privadas de su libertad hicieron 200 cestos de residuos para ser colocados en los frentes de los domicilios. Los primeros 30 que se entregaron este miércoles en Guadalupe Oeste estaban todos reservados.

De la Redacción de El Litoral
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El trabajo de 50 internos de la cárcel de Coronda que asisten al taller de herrería que brinda la unidad penitenciaria se materializó en 200 cestos en altura. Esta mañana, 30 de ellos fueron presentados en la sede de la vecinal Guadalupe Oeste, ubicada en Risso 1745, ya que serán los vecinos de ese barrio los primeros en colocarlos en los frentes de sus domicilios.

Consultada por los medios de prensa, la vicepresidenta de la entidad barrial, Mónica Ledesma, destacó la iniciativa impulsada desde el Ministerio de Seguridad de la provincia sobre todo porque “es una política concreta de reinserción social para quienes están privados de su libertad”. “Hace años que venimos bregando desde la vecinal por la inclusión social, y esto es para destacar. Además de que es un beneficio para los vecinos del barrio, este tipo de iniciativa es muy importante para la sociedad en general”, dijo la vecinalista.

La ordenanza Nº 10.762 -vigente desde agosto de 2001- establece la obligación por parte de los vecinos de colocar cestos en altura en viviendas y edificios, razón por la cual todos los cestos que esta mañana habían llegado a la entidad de Guadalupe Oeste habían sido reservados con bastante anticipación. “La gente comenzó a acercarse hace como tres semanas para reservar su cesto”, indicó Mónica Ledesma.

La iniciativa

El taller de herrería de la Unidad Penitenciaria Nº 1 de Coronda funciona, al igual que otros talleres, bajo la órbita del Instituto Autárquico Provincial de Industrias Penitenciarias -Iapip- dependiente de la Secretaría de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe. Promover y garantizar el derecho que poseen los detenidos al acceso a la educación, por medio del aprendizaje de un oficio como mecanismo de reinserción social, son los principales objetivos que persiguen las autoridades con el desarrollo de los talleres.

Con respecto a los cestos fabricados, se supo que su diseño tiende a asegurar la adecuada contención de las bolsas, para evitar su dispersión sobre veredas e impedir que los residuos allí depositados sean alcanzados por animales o puedan ser arrastrados por el agua en los días de lluvia, y que fueron fabricados en metal de hierro.

“La producción se hizo de acuerdo a las características dispuestas por la Municipalidad de Santa Fe. Para fabricarlos, alrededor de 50 internos de Coronda trabajaron en jornadas de 4 horas. La idea es trasladar la iniciativa al penal de Las Flores cuando aumente la demanda”, dijo Analía Merlo, directora del Iapip. Y agregó: “Como somos un instituto autárquico necesitamos vender lo que producimos para volver a comprar materiales y seguir produciendo. Ése es el motivo por el que los cestos tienen un costo para el vecino de 35 pesos, un precio muy módico teniendo en cuenta el valor de la materia prima para hacerlos. La idea no es competir con ningún privado sino que sirva como estímulo para los internos y vean que cuando se reinserten en la sociedad podrán ganarse la vida dignamente porque aprendieron un oficio”.

Cabe señalar que el resto de los cestos fabricados en esta primera etapa serán entregados en otras asociaciones vecinales de la ciudad, razón por la cual desde el Iapip instaron a que las entidades barriales se comuniquen con sus oficinas y a los vecinos de los barrios con sus respectivas asociaciones.