Dos años juntos en los barrios de Coronda

Con gran satisfacción la coordinadora de Trabajo Barrial Carolina Paoletti y la secretaria de Finanzas del PS de Coronda rindieron un informe detallado del trabajo que -como voluntarias- han asumido junto a un equipo de trabajo dentro de CAMBIA CORONDA. Dos años de trabajo ininterrumpidos indican un camino iniciado allá por el año 2008, basado en talleres de alfabetización para adultos, apoyo escolar para niños y niñas que asisten a los centros comunitarios barriales.
Primero en Barrio Santa María, luego en Barrio Los Paraísos, luego en Barrio Conar, luego en Barrio Lafuente, luego en el predio de asentamientos Vivero... nos fuimos encontrando con lugares que fueron pensados con un fin comunitario pero sin embargo no tenían demasiado uso, y sin uso los fines de semana.
Así es que comenzamos haciendo un relevamiento, pidiendo autorización al municipio y también a Cáritas y representantes de la Iglesia local... a quienes no tenemos más que agradecer la oportunidad de comenzar a trabajar. Así es como todos los fines de semana empezamos lentamente a trabajar con decenas y centenas de personas que no conocíamos y que necesitaban expresarse.
El listado de colaboradores es muy extenso, pero no debemos olvidar la ayuda clave de personas como Marta, Félix, Andrea, Carolina, Elena, Marisa, Patricia, Irma, Oscar, Emiliano, Carlitos, Gisela, Claudia, Quique, Nelly, Gastón, Mariano, Cristian, Edith, Nidia, Silvana, Verónica, Cecilia, Gustavo, Sergio, Natalia, Carlitos... y la familia se fue ampliando. Tanto que hoy ya somos más de 30 colaboradores que todos los sábados vamos a cada centro comunitario pasar unas horas de aprendizaje... para vivir, compartir,superarnos.
Hoy cada centro barrial ya no tiene malezas que no permiten ver el patio, tiene niños y niñas aprendiendo, jugando, compartiendo, dibujando... aparecieron los hornos comunitarios que hoy permiten el taller de panificación, aparecieron cuadernos, tizas y maestras con el compromiso de construir una sociedad más justa.
Y finalmente la tarea de cierre de compartir con los niños una tasa de leche caliente y galletas para hacer un balance de lo aprendido, algunas veces festejando un cumpleaños, un niño o niña que sabe leer de corrido, que ya no está descalzo, que se lava las manos antes de tomar los alimentos.
Hoy como hace dos años más de 120 niños y niñas de barrios periféricos de la ciudad nos permiten seguir pensando en que debemos CAMBIAR. El hambre, la falta de abrigo, de alimento, de vivienda, de aprender... son suficientes motivos para seguir sumando voluntades. Pensamos que un Estado y una sociedad más inclusiva y cercana no pueden permitir este tipo de diferencias que existen entre ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda.
Gracias a todos y cada uno de los voluntarios, gracias a los afiliados del partido que anónimamente aportan su cuota mensual, gracias a quienes donan abrigo y útiles escolares para los que menos tienen. Cada ayuda llega a quien más lo necesita.
A todos, muchas gracias.