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jueves, 11 de noviembre de 2010

La mujer y el mercado laboral: Santa Fe


Hay tantos varones y mujeres con empleo como tantos de unos y otros (otras) en la población que está en condiciones de trabajar. Pero entre los desocupados, los subocupados y los asalariados precarizados hay mayoría de mujeres. Además, si no fuera por el Estado (en especial por el sector de la enseñanza) la situación de discriminación en el mercado laboral sería aún peor.

En Santa Fe, Recreo, Rincón, Santo Tomé y Sauce Viejo 191.181 personas están ocupadas, según la última medición de la Encuesta Permanente de Hogares (EPDH) que realiza el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec).

En el segundo trimestre del año había 24.671 desocupados, el 11,4% de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, respecto de todos los santafesinos en condiciones de trabajar (que suman 215.852).

El Ipec ha elaborado 22 gráficos estadísticos para el aglomerado Santa Fe en su última EPDH: se incluye allí un sinnúmero de variables, índices e indicadores. Pero ante la difusión de cada relevamiento trimestral suele prestarse sólo una especial atención a la población excluida del mercado laboral, porque se trata del grupo más afectado. Sin embargo, allí no terminan los problemas: los ocupados también tienen los suyos... Y muchos más las ocupadas.

Cromosomas

El 60,5% de los que tienen trabajo son varones (39,5%, mujeres). Son proporciones similares a las que muestra la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, todos (aquí sí valdría la pena redundar con aquello de todos y todas) los que están en condiciones de trabajar: el 60% tiene cromosomas sexuales XY y 40% XX).

Como entre los desocupados la división por géneros cambia (54% son varones; 46%, mujeres) se advierte que hay más dificultades para las santafesinas para obtener trabajo. Las cifras corresponden al segundo trimestre de 2010, pero en el primero ocurrió lo mismo. Entre los ocupados y las ocupadas sólo el sector de servicios sociales y salud comparte en partes iguales los puestos de trabajo entre damas y caballeros.

Por las previsibles diferencias entre plumeros y cortafierros, no hay hombres en el servicio doméstico, ni féminas en la construcción, pese a la legión de películas sobre mayordomos asesinos y sensuales obreras soldadoras tipo Flashdance. (ver recuadro).

Prejuicios

Ya se ha dicho que hay más hombres con ocupación que mujeres. Pero además, debe decirse que ellas están más expuestas al empleo de mala calidad que ellos: la precariedad laboral (un eufemismo para nombrar a quienes por ejemplo no tienen aportes jubilatorios patronales) alcanza al 37,6% de las trabajadoras y al 32,9% de los trabajadores varones. Entre los subocupados (quienes trabajan menos de 35 horas semanales) hay un equitativo 50% de demandantes de ambos sexos (no, definitivamente no puede decirse demandantos y demandantas).

Quienes se conforman con trabajar menos de 35 horas semanales (algo para lo que siempre se encuentran buenas razones) son llamados en la EPDH subocupados no demandantes (de otro empleo). Hay 60% de varones y 40% de mujeres (como en la PEA).

Más desocupadas

La incidencia de la desocupación en las mujeres alcanza el 13% en el Gran Santa Fe, según los últimos datos estadísticos disponibles. En los varones llega al 10,4%. La tasa de desempleo (promedio de ambos) es del 11,4%.

Polleras estatales

¿Son los uniformes de cada repartición pública las prendas de vestir más usadas por las santafesinas? La pregunta es pertinente porque ha sido en el Estado donde la mayoría de las mujeres que viven en la capital provincial y el Gran Santa Fe lograron un empleo. (Publicado en Diario El Litoral, 11 noviembre 2010).

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